Ayuda a preparar a tus pacientes para una cirugía oftalmológica: El papel de la psicoprofilaxis quirúrgica

Introducción

Durante mi experiencia laboral de 4 años en un hospital de oftalmología, observé que los pacientes que se someterían a una operación de ojos a menudo presentaban una gran incertidumbre. Como parte de mis tareas, ayudaba con la firma de los consentimientos informados y, al tratarse de un procedimiento importante, los pacientes se preocupaban por las posibles complicaciones, como “la perforación ocular, endoftalmitis, glaucoma secundario, pérdida de visión e incluso la muerte”. En consecuencia, muchos pacientes se ponían muy nerviosos, se les subía la presión arterial justo el día de la cirugía y algunos incluso se retractaban de operarse.

Es normal que los pacientes se sientan así, pero es importante destacar que existen técnicas que pueden ayudarlos a reducir su ansiedad antes de la cirugía. Una de estas técnicas es la psicoprofilaxis quirúrgica.

¿Qué es la psicoprofilaxis quirúrgica?

La psicoprofilaxis quirúrgica es una técnica que busca reducir la ansiedad y el estrés antes de una intervención quirúrgica. En el caso de cirugías oftalmológicas, esta técnica puede ser muy útil para ayudar a los pacientes a sentirse más cómodos y seguros antes del procedimiento.

Implementar esta técnica puede ofrecer muchos beneficios para los pacientes que se someten a una operación de los ojos. Por ejemplo:

  • Reducción de la ansiedad y el estrés antes de la cirugía
  • Mejora de la calidad del sueño
  • Disminución de la tensión muscular
  • Mejora de la atención y concentración durante el procedimiento
  • Reducción del dolor postoperatorio
  • Aceleración de la recuperación postoperatoria
  • Compromiso del paciente con su tratamiento
  • Disminución de quejas o dudas con respecto al procedimiento

Técnicas para mejorar la experiencia del paciente en una cirugía oftalmológica

A continuación te presento 7 técnicas para implementar la psicoprofilaxis quirúrgica en cirugías oculares:

1. Educación sobre el procedimiento

Es fundamental que el paciente tenga un conocimiento claro y preciso del procedimiento que se va a realizar, ya que esto ayuda a reducir la ansiedad y el miedo que puedan sentir. Es importante que el médico explique en detalle el proceso quirúrgico, las técnicas anestésicas a utilizar, así como las posibles complicaciones y riesgos asociados. Además, se pueden ofrecer materiales educativos, como folletos o videos, que el paciente pueda revisar en casa para reforzar la información. La comunicación clara y efectiva entre el médico y el paciente es esencial para lograr una comprensión completa del procedimiento.

2. Información sobre las expectativas y los posibles efectos secundarios

El propósito principal de una cirugía oftalmológica puede variar de paciente en paciente, ya sea preservar la visión, conservar el ojo e incluso con fines estéticos. Por lo tanto, además de brindar información sobre el procedimiento, es esencial informar a los pacientes y sus familiares, de manera clara y sencilla, sobre qué resultados se esperan, los riesgos y beneficios del procedimiento, así como cualquier posible complicación. De esta manera, se puede reducir la ansiedad y aumentar la confianza del paciente en el proceso de la cirugía.

3. Apoyo emocional

El apoyo emocional por parte del equipo médico, incluyendo al personal de salud que participe en el procedimiento, y a los familiares o cuidadores primarios, es fundamental antes y después de la cirugía. Los pacientes pueden sentirse ansiosos y estresados, por lo que es importante brindar un ambiente tranquilo y amable que les permita sentirse seguros y confiados. Es necesario validar cada emoción o idea que pueda tener el paciente, mostrando empatía y comprensión para mejorar su bienestar mental y emocional durante todo el proceso.

4. Técnicas de relajación, visualización y control del dolor

Antes de la cirugía, los pacientes pueden aprender técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o la visualización para reducir la ansiedad y el estrés. Estas técnicas no solo pueden mejorar la experiencia del paciente durante la cirugía, sino que también pueden contribuir a una recuperación más rápida y efectiva después del procedimiento. Por ejemplo, durante la visualización, el paciente puede imaginar un lugar tranquilo y relajante para reducir la ansiedad. O durante la respiración profunda, el paciente puede contar lentamente hasta 5 mientras inhala, y luego exhalar lentamente contando hasta 7 para relajar el cuerpo y la mente.

5. Recomendaciones postoperatorias

Es importante que el paciente reciba instrucciones detalladas sobre su recuperación en casa, incluyendo recomendaciones sobre la dieta y actividad física, cómo cuidar del ojo operado, cómo evitar lesiones oculares y cómo adaptar el hogar para que sea un ambiente seguro y cómodo durante el proceso de recuperación. Por ejemplo, que el paciente evite levantar objetos pesados, practicar deportes extremos o actividades que requieran esfuerzo físico, el uso parches en el ojo operado, evitar la exposición directa a la luz solar o cómo tomar medicamentos en caso de presentar dolor.

6. Entrenamiento en habilidades de afrontamiento y resolución de problemas

Es recomendable que se realice una evaluación individualizada para determinar las necesidades específicas de cada paciente en relación a su cirugía. Por ejemplo, en una evisceración se pueden brindar técnicas de relajación muscular progresiva y de visualización para manejar el dolor postoperatorio y reducir la ansiedad ante la pérdida de un órgano, mientras que en una cirugía de cataratas se pueden enseñar ejercicios para mejorar la visión y reducir el riesgo de caídas. En cualquier caso, el objetivo es brindar al paciente las herramientas necesarias para que pueda enfrentar de manera efectiva cualquier problema o dificultad que pueda presentarse en su proceso de recuperación.

7. Involucrar al paciente en su recuperación

Una de las claves para una recuperación exitosa es involucrar al paciente en su propio tratamiento. Personalmente, utilizo una técnica que llamo “50-50”. Esta técnica implica explicar al paciente que la mitad del éxito del tratamiento depende del médico, que realiza la cirugía y receta los medicamentos, mientras que la otra mitad depende del propio paciente. ¿Cómo puede el paciente contribuir al éxito de su tratamiento? Tomando sus medicamentos correctamente, acudiendo a todas las citas médicas, utilizando adecuadamente sus ayudas ópticas, siguiendo una dieta saludable, controlando su nivel de glucosa, y en general, siendo proactivo en su recuperación. Al involucrar al paciente en su tratamiento, no solo mejora su bienestar físico, sino que también puede aumentar su confianza y sensación de control sobre su propia salud.

Conclusión

La psicoprofilaxis quirúrgica no es una técnica única, sino una combinación de diferentes técnicas que pueden adaptarse a las necesidades de cada paciente. La implementación exitosa de esta técnica puede mejorar significativamente la experiencia del paciente durante la cirugía y acelerar su recuperación. Los oftalmólogos pueden beneficiarse de la psicoprofilaxis quirúrgica no solo por la satisfacción del paciente, sino también por una mayor eficacia en el procedimiento y una reducción en las complicaciones.

Cuando los pacientes se sienten involucrados en su propio tratamiento, tienen más probabilidades de tomar medidas activas para contribuir a su recuperación. Esto puede incluir cosas como tomar sus medicamentos, asistir a sus citas de seguimiento y hacer cambios en su estilo de vida para ayudar a mejorar los resultados de la cirugía.